Como preludio al Día Mundial del Control de Plagas, se anuncia en el programa “En el punto de mira”, de la cadena televisiva Cuatro, un episodio de “Plagas peligrosas que invaden España” el miércoles 5 de junio a las 22:45. Boro Barber, Marta Losada y María Miñana nos contarán a través de experiencias y casos particulares como afectan el mosquito tigre (Aedes albopictus), las termitas de la especie Reticulitermes flavipes o la avispa asiática (Vespa velutina) al día a día de las personas y el medio natural. La esperanza de algún rigor en la información que se divulgue durante la emisión del programa a través de la pantalla, muy baja.

En España hay más de 200 especies invasoras, la gran mayoría llegan para quedarse, por motivos muy diversos somos incapaces de eliminar y en muchos casos ni siquiera controlar la expansión de especies invasoras. En este artículo vamos a ver algunas de estas especies invasoras que molestan y son incómodas, de las que nadie quiere hablar o que destruyen el medio natural que a nadie parece importarle.

Las plagas específicas de determinadas especies naturales o cultivos están en alza, la globalización afecta brutalmente al transporte de mercancías y los medios para ejercer controles no aumentan de la misma forma. Los transportes, ya sean marítimos, aéreos o terrestres se demuestra en la mayoría de los casos que son los responsables de dispersión de las plagas.

Un ejemplo de lo contrario es el nemátodo del pino (Bursaphelenchus xylophilus), un gusano microscópico que después de infestar pinos por todo el territorio portugués, ya está en el sur de Galicia. El nemátodo utiliza como hospedador un escarabajo (Monochamus galloprovincialis), presente en toda Europa, que en principio no es dañino para los pinos, salvo porque es el vector de la enfermedad. No hay prácticamente medios de control, salvo la captura del escarabajo que actúa como vector, con trampas ineficaces y que requerirían de un trabajo intensivo de mano de obra, del que nadie va a asumir los costes.

La avispilla del castaño (Drycosmus kuriphilus), según las investigaciones, se cree que se introdujo en Italia dentro de material vegetal procedente de china en 2006, y desde entonces ha colonizado, con su particular forma de reproducción en la que no son necesarios los machos, regiones en todo el sur de Europa, y especialmente Italia y España. Desde su descubrimiento, sólo tres localidades del sur de España han sido capaces de erradicar la plaga, por la importancia que tienen loscastaños en esa zona a nivel económico. Una de las estrategias de control es la introducción de otra especie, parasitoide de la avispilla del castaño, Torymus sinensis, a su vez otra avispilla y con el mismo origen que la plaga, China. Los artículos científicos recientes piden mucha cautela en el uso de este insecto, pues ya se ha detectado que parasita a otras especies autóctonas de insectos.

La picadura del mosquito tigre es muy dolorosa, la incomodidad que causa a las personas es el principal motivo de que aparezca en numerosas portadas y artículos. ¿La posibilidad de transmisión de enfermedades tropicales mortales? Ese no puede ser el motivo de su fama, ya que en igualdad de condiciones está Aedes japonicus, recientemente descubierto en Asturias, concretamente en La Figarona (Siero), y a través de la plataforma de colaboración ciudadana del proyecto Mosquito Alert. Todavía se está estudiando la extensión de esta especie en Asturias, pero los primeros indicios apuntan a que ya ha colonizado más de 800 km2 de superficie, lo que va a imposibilitar su erradicación. El virus del Nilo Occidental es la principal enfermedad que esta especie puede transmitir. Y su desconocimiento está basado en su carácter muy poco agresivo, mucho más rural, con una picadura poco molesta y preferiblemente a animales.